viernes, 11 de diciembre de 2009

Buscando en tu interior




Para cambiar el mundo hay que empezar por cambiar uno mismo


Se acerca la Navidad. Una época de celebración y espiritualidad. Unos momentos en que se busca a toda costa ser feliz. Pero, ¿Cómo? Siguiendo la dinámica materialista del consumo compulsivo para ocultar otras realidades espinosas o más bien disfrutando de una etapa de recogimiento interior que permita el nacimiento de valores y sensaciones que nos completen como personas. ¿Tener o ser? A modo ilustrativo os propongo la siguiente fábula.


Dice el cuento que en el principio de los tiempos se reunieron diversos demonios para realizar una diablura. Uno de ellos dijo: “Tenemos que quitar alguna cosa a los hombres, pero ¿qué les podemos robar?”. Después de pensar mucho en ello uno dijo: “¡Ya lo tengo! Les quitaremos la felicidad, pero el problema es donde la esconderemos para que no la puedan encontrar”.


El primero propuso: “La esconderemos en la cima de la montaña más alta del mundo”. Inmediatamente el otro le dijo: “No, recuerda que tienen fuerza; un día alguien podría llegar a subir y encontrarla, y si la encuentra uno todos sabrán donde esta”.


Poco rato después otro propuso: “Entonces la esconderemos en el fondo del mar”. Y otro contesto: “No, recuerda que tienen curiosidad; un día alguien construirá un aparato para poder bajar y la encontrará”.


Otro propuso: “Escondámosla en un planeta lejano de la Tierra”. Y le dijeron: “No, recuerda que tienen inteligencia; un día alguien construirá una nave para poder viajar a otros planetas y lo descubrirán, y entonces todos tendrán la felicidad.


El último de los demonios no había pronunciado ninguna palabra y había escuchado atentamente todas las propuestas anteriores. Las analizó todas y entonces dijo:”Creo que ya sé donde la podemos poner porque realmente no la encontrarán nunca”. Todos lo miraron sorprendidos y le preguntaron al mismo tiempo: “¿Dónde?”.


El demonio contestó: “La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera que no la encontrarán nunca”. Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva dentro.


Debemos buscar en nuestro interior para encontrar el camino de la felicidad. Es verdad que los seres humanos tenemos fuerza, inteligencia y curiosidad. Pero lo que los diablos del cuento no tuvieron en cuenta es que también tenemos compasión, sabiduría y paciencia. Es por ello que la felicidad depende de nosotros mismos. Sólo hay que mirar hacia nuestro interior y en el de los demás y buscar el equilibrio de la fuerza que con nos conecta a todos nosotros.

Nacer sin ayuda


¿Qué es ser bueno? Ser valiente es ser bueno
La resilencia es un término que está asociado a la capacidad de los sujetos a sobreponerse a las adversidades, pérdidas o periodos de intenso dolor emocional. Cuando una persona es capaz de hacerlo se dice que tiene la resilencia adecuada y puede superar los contratiempos o incluso salir reforzado. En el mundo animal encontraremos una comparación muy ilustrativa.

El gusano de seda construye un capullo para posteriormente liberarse y renacer como una mariposa después de la metamorfosis. El proceso de liberación es extremamente complicado porque la crisálida debe aplicar una enorme cantidad de fuerza con sus apenas formadas alas para romper la cáscara de seda que la ha protegido durante su transformación.

Los científicos estaban intrigados sobre qué pasaría si ayudaban a la mariposa en este proceso e intentaron asistirlo para comprobarlo. Así que cuando llegó el momento de la liberación abrieron artificialmente desde el exterior una serie de capullos. Las mariposas ilesas comenzaron a hormiguear liberadas de la seda, pero fueron incapaces de arrancar el vuelo. No se pudieron alimentar y murieron, porque no podían ni sabían volar. Ninguna fue capaz de elevarse por el aire y, como en ese estado no podían acceder al néctar de ninguna flor, murieron de inanición.

De esta prueba científica se desprende que el sobreesfuerzo, la gran cantidad de energía desplegada por las mariposas para abrir el capullo, es necesario para que después confíen en la fuerza de sus alas. Pero si no pasan por la experiencia de hacerlo de manera autónoma, si no lo experimentan en primera persona, no tienen ningún recuerdo ni sentido de seguridad, cosa que podemos trasladarla fácilmente al mundo de los seres humanos. No se atreven a abandonar la seguridad que les ofrece la tierra y mueren.

Este fenómeno hace pensar mucho en las personas que no se atreven a vivir su propia experiencia. De esta forma, completar el de duelo desencadenado por una grave crisis, por una gran pérdida, podría ser considerado como la metamorfosis después de la cual nos libreamos de la coraza del dolor que nos contenía pero que lentamente ha ido cayendo, en el ejercicio del reconocimiento de la nueva realidad, de asumir el dolor, de encontrarle un sentido y de constatar que, a pesar de todo, la vida vale la pena vivirla con entrega y gratitud.

Así es como podemos vencer el caparazón de la angustia, la tristeza y el desasosiego; utilizando las alas de nuestro espíritu renovado para volar como un nuevo ser hacia los horizontes de nuestro destino.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Dar y recibir

Conciencia global: del Yo al Nosotros

Debemos cultivar una conciencia global tal como descubre el protagonista de la siguiente historia.

“Un hombre estaba perdido en el desierto destinado a morir de sed. Por suerte, llegó a una vieja cabaña, medio derruida sin ventanas ni techo. El hombre deambuló por ella y encontró una pequeña zona sombreada para acomodarse y protegerse del calor y del sol. Miró a su alrededor y vio una vieja bomba de agua oxidada completamente. Se arrastró hacia allí,, cogió el mango y comenzó a bombear, bombear y bombear sin parar, pero no pasaba nada.

Desilusionado se dejó caer hacia atrás y entonces se dio cuenta de que tenía a su lado una botella vieja. La miró, las limpió del polvo que la cubría y pudo leer que decía: “Primero es preciso que prepare la bomba con todo el agua que contiene esta botella, amigo mío. Después, por favor, tenga la gentileza de volverla a llenar antes de irse”.

“El hombre desenroscó el tapón de la botella y se percató de que estaba llena de agua…. ¡Llena de agua! De repente se encontró en medio de un dilema. Si bebía de aquella agua él podría sobrevivir., pero si la utilizaba en aquella bomba vieja y oxidada, quizás obtendría agua bien fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría beber toda el agua que quisiera. O quizás no. Quizás la bomba no funcionaria y habría utilizado inútilmente el agua de la botella... ¿Qué debería hacer? Poner el agua en la bomba y esperar que saliera agua fresca…o ¿Beber el agua de la vieja botella e ignorar aquel mensaje?

¿Debería perder toda aquella agua con la esperanza de que aquellas instrucciones poco fiables escritas mucho tiempo atrás? Al final vertió toda el agua en la bomba, cogió el mango y empezó a bombear, y la bomba empezó a chirriar, pero ¡No pasaba nada! La bomba continuó haciendo ruido y luego, de repente, empezó a salir un hilillo de agua, después un pequeño chorro y finalmente el agua empezó a manar en abundancia.Agua fresca, cristalina.

Llenó la botella y bebió, la llenó otra vez y bebió todavía a más. En seguida la volvió a llenar para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, cogió la pequeña nota y añadió otra frase: “Créame que funciona: debe dar todo el agua antes de obtenerla nuevamente.”

Dar y después recibir, este debe ser nuestro punto de partida en este camino del Yo al Nosotros, en este viaje de solidaridad y empatía que, más que nunca, nos toca emprender. La situación pide una responsabilidad global delante del que desea un beneficio rápido que perjudicará el entorno y nuestras capacidades.

Buena Crisis


¿Queremos ser causa o efecto?
Os explicaré una fábula inspiradora sobre el tema.

“Una hija se quejaba a su padre de las dificultades de su vida. No sabía cómo salir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando resolvía un problema siempre aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, se la llevó a su trabajo. Una vez allí llenó tres ollas de agua y las puso al fuego bien fuerte. Pronto empezó a hervir el agua. En una de las ollas puso zanahorias, en la otra huevos y en la tercera granos de café. Las dejó hervir sin decir nada.

Su hija esperó con impaciencia preguntándose qué era lo que pretendía su padre. Veinte minutos después su padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las puso en un bol. Sacó los huevos y los puso en un plato. Finalmente coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Miró a su hija y le dijo:

- ¿Qué ves?
- Zanahorias, huevos y café –respondió ella.

Le pidió que se acercara y tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Después le pidió que cogiera un huevo y lo rompiera. Era un huevo duro. Le pidió también que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su aroma. Humildemente la hija le preguntó:

- ¿Qué quiere decir todo esto, papá?

Entonces el padre le explicó que los tres elementos habían sufrido la misma adversidad: el agua hirviendo, pero que habían reaccionado de maneras diferentes. La zanahoria era dura antes de ir a la olla, pero después de hervir se había vuelto débil y fácil de deshacer. El huevo había llegado frágil al agua, su cáscara fina protegía su interior líquido, pero después de someterse a altas temperaturas su interior se había endurecido. Los granos de café, en cambio, eran únicos: después de cocerse se habían transformado en líquido.

- ¿Tu quien eres preguntó a su hija?-.
Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parce fuerte pero que cuando toca el dolor se vuelve débil y pierde su fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un estado maleable? ¿Tenías un espíritu fluido pero después de una muerte, un despido o una noticia sorprendente te has vuelto duro y rígido? Por fuera se te ve igual, pero… ¿Eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecidos? ¿O eres como un grano de café? El café cambia el agua cuando hierve, el elemento que precisamente le causa el dolor. Cuando el agua alcanza su punto de ebullición, el café consigue su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tu reaccionas mejor y haces que las cosas de tu alrededor mejoren.”

En esta vida hay quien requiere certidumbre y recurre al “si no lo consigo es por culpa de otro de alguna cosa”. Mientras que hay quien reconoce la incertidumbre y la incorpora en su día a día y recurre al “no sé qué pasará, pero intentaré sobrepasar con amabilidad y habilidad cada adversidad y dificultad que aparezca en mi vida. Esto es cambio y transformación. Y la palabra clave en esta actitud es responsabilidad.

En definitiva, en una crisis puedes ser espectador, ser víctima o perderte en la queja y culpabilizar el sistema (bancos, políticos, agentes sociales, etc.). Podemos esperar que un mesías lo arregle todo o aceptar nuestra corresponsabilidad en todo lo que está pasando.

Vivimos en un mundo simbiótico, lleno de interrelaciones y en cambio continuo. Tu, yo, podemos ser causas, motores, impulsos, energías, si asumimos la responsabilidad propia y los efectos de la responsabilidad ajena.

jueves, 1 de octubre de 2009

Actitud activa y positiva


La vida es bella

Arran del bosc n’hi ha una ermita
a prop l’hotel de Mas Badó
amb una verge dolça i bonica
que té als braços el seu nadó.

Que té l’església , que té l’estança
que omple de pau i dolç conhort,
deixar-la sempre m’infon recança
car deixo en ella bocins de cor.

Proper del bosc la Verge aimada
somriu joiosa tots els moments
que s’hi atansen grans i mainada
a rebre en ella els Sants Sagraments.

Bateigs i noces, l’amor convida
a celebrar en el recer sagrat
o bé a trobar consol sens mida
quan la dissort a colpejat.

Què esperes, no dubtis i vine
veuràs com és bonic i bo
gaudir la joia I pau divina
que té el recer de Mas Badó.

Mercè Rabassó 1982

Levántate y anda

Los pequeños cambios son poderosos

Dicen que la adopción se ha llegado a convertir en una moda. Puede ser que en algunos casos sea cierto, pero creo que con este tema no se puede frivolizar. Se trata de una decisión complicada y difícil, los trámites son muy largos y pesados y el tiempo de espera es lo suficientemente largo que te permite poder madurar una decisión tan importante en tu vida. Por no hablar de que tu vida es examinada y analizada con lupa en todas sus vertientes (médica, económica, socio-familiar, penal, etc.) para determinar si resultas ser un padre “idóneo”. En definitiva, un proceso excesivamente burocrático y mal gestionado desde los organismos públicos.

Las personas que se embarcan en este proyecto vital no son dioses ni individuos temerarios o aburridos con su rutina diaria. Se trata más bien de personas decididas y con coraje dispuestas a aportar su amor y su dedicación a alguien que lo necesita. A pesar de los múltiples impedimentos y dificultades que las distintas administraciones son capaces de llegar a poner durante este largo camino, los padres adoptivos son seres llenos de esperanza, convencidos de que merece la pena hacer alguna cosa para que este mundo sea más y mejor.

El día 14 de este mes se cumple el primer año desde que conocí a mi hijo. La casualidad quiso que coincidiera con su tercer cumpleaños. La experiencia de todo este tiempo ha sido intensa, dura y gratificante. Él sufre un cambio enorme al pasar de un entorno en el que no sabes muy bien que tenía a pasar a tener el amor y cuidados de una familia, acostumbrarse a un idioma y cultura distintas, comidas y olores nuevos, creación de nuevos vínculos, etc.

No se trata de un cambio trivial, ni mucho menos, aunque a priori las cosas se presuman que cambian para mejor. Los padres “idóneos” asumen la tarea de padre y el oficio de educador en un proceso que va de 0 a 100 en muy poco tiempo. No hay transición. Es un “big bang” en toda regla. Para lo bueno y lo malo. Donde hay que indagar qué cosas de las aprendidas hay que preservar y cultivar y cuales se deben desaprender y cambiar. Continúo aprendizaje y constante práctica de prueba y error. El manual de instrucciones no existe y el instinto junto con algún que otro sabio consejo y el cariño son tus mejores aliados.

Pero sobre todo: paciencia e insistencia. Una experiencia vital que desborda cualquier ejercicio de preparación y que pone a prueba todo aquello de lo que somos capaces. Un padre y un hijo no están hechos de nada tan frágil y corruptible como la carne y la sangre. No, un padre y un hijo se forjan con el esfuerzo, la voluntad y el corazón. El transcurso del tiempo consolida los vínculos y acaba poniendo las cosas en su sitio. Como decía el filósofo alemán Friedrich Nietzsche: “Lo que no nos mata, nos hace más fuertes” y, en este caso, sin duda, que nos hemos fortalecido como personas y como familia.

Muchas veces nos preguntamos, y más si cabe en estos tiempos de crisis, porque este o aquel problema no se arregla o soluciona. Porque no interviene el Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma, el Estado, la Unión Europea, la ONU, la OTAN, el FMI, la FED y un sinfín de instituciones que se suponen poderosas y alejadas del ciudadano corriente. ¿Son realmente eficaces estas estructuras para resolver los problemas reales de las personas (ej: abandono de un niño)? Algunas por ser demasiado localistas y otras por ser demasiado globales y lejanas dejan muchos problemas esenciales, que en principio deberían de solucionar, en tierra de nadie.

La respuesta del ciudadano de a pie tiende a ser inmovilista o de queja bajo el pretexto de que uno a título individual no puede resolver nada y que ya existen estas instituciones para gestionarlo o resolverlo. No estoy de acuerdo con este argumento. ¿De qué sirve quejarse de lo complicado y difícil que resultan las cosas? Hay muchas cosas en esta vida que dependen tan sólo de uno mismo. Centrémonos en ellas. Hay que levantarse y buscar las circunstancias y si no las encontramos, las debemos de crear. Sólo así conseguiremos que los pequeños gestos a la larga se conviertan en cambios poderosos.

sábado, 1 de agosto de 2009

Los ídolos del pueblo

Nuestra apuesta de futuro

¿Por qué están tan sobrevalorados personajes como las estrellas de la música, los deportistas de élite, los actores y actrices de cine y un largo etcétera de individuos que a través de su obra o actividades no han contribuido tanto a la humanidad?

¿Será por que encarnan algún tipo de valor que merece ser seguido y admirado por las nuevas generaciones? No lo creo. Se trata más bien de un conjunto de espejismos que pululan en nuestra sociedad con el objetivo de captar toda la atención del público bajo el único argumento de que son singulares, excepcionales e inigualables en lo que hacen y que merecen un reconocimiento y admiración planetaria por las gestas que llevan a cabo.

Así se convierten en verdaderos mitos vivientes dignos de adoración y fama mundial que ingresan ingentes fortunas por sus actividades. Todo ello sazonado con puntuales acciones benéficas para mejorar su imagen pública mientras mantienen sus ahorros inconfesables a buen recaudo en paraísos fiscales. Ante esta coyuntura que se promete a primera vista tan halagüeña ¿Quien no se plantearía, o, mejor aún, desearía no ser uno de ellos? Un superhéroe de carne y hueso deseado, imitado, amado y codiciado allá donde quiera que estés. El ego del individuo en su máxima expresión.

Sin embargo, estos individuos no resultan más que meros ídolos de barro. El valor percibido que aportan a la sociedad está muy por encima del valor que realmente aportan a la misma. Se les asocia a modelos de esfuerzo, tenacidad, talento, espíritu de superación y un largo etcétera dignos de ser el referente de cualquier joven de nuestra sociedad. Pero nada más alejado de la realidad. En su mayoría no son más que la punta del iceberg de una sociedad ególatra, que busca el triunfo fácil, poco solidario, hedonista y cortoplacista. Son el entretenimiento de una sociedad agobiada y caduca que necesita de referentes para justificar y motivar su modo de ser ya no sostenible.

No es sostenible que unos cuantos individuos ganen y posean unos cuantos centenares o miles de veces lo que gana un individuo medio de la sociedad. ¿Y por qué? ¿Acaso son tan precisas y preciosas sus aportaciones? Quizás en unos casos si pero tal magnitud de desproporción en la compensación final resulta injustificable. Además se da la paradoja que esa misma descompensación es auto realimentada por los propios individuos de la sociedad que ensalzan y pagan por estos ídolos de paja para conseguir entretener sus mentes y alimentar un sueño que jamás alcanzarán en vez de trabajar y luchar por realidades más asequibles y fructíferas.

¿Por qué no se recompensa y valora a los individuos de nuestra sociedad en función del valor real que aportan dentro de una escala amplia pero no tan desproporcionada? Un médico que se dedica a realizar delicados y difíciles trasplantes de órganos salvando vidas debería ser más conocido y mejor recompensado que un actor o actriz de cine. Su labor posee mayor mérito y aporta más beneficios al conjunto. Ni que decir tiene que requiere de mayor preparación, estudio y esfuerzo.

De la misma manera ocurre con un científico que lleva toda una carrera profesional en pos de una cura o vacuna para una determinada enfermedad. Ni que decir tiene que sus logros serán mejores para todos que las posibles actuaciones de un deportista. De igual forma que un magistrado que se encarga de impartir justicia con equidad y garantizar así los principios básicos de convivencia en nuestra sociedad contribuye de una mayor forma al bienestar colectivo que cualquier estrella de música. Su imparcialidad, criterio, conocimiento, ecuanimidad no se adquieren sino tras largos años de esfuerzo y preparación.

¿Esta nuestra sociedad reconociendo por igual ambos tipos de ídolos? ¿Está desproporcionado el valor con el que recompensamos a unos y premiamos a otros? Cuando las nuevas generaciones se planteen que hacer en el futuro ¿Qué camino tenderán a elegir?

Si tenemos claro que queremos construir un modelo de sociedad mejor debemos crear ídolos del pueblo que de verdad fomenten su mejora y crecimiento. Remunerarlos y reconocerlos de la forma adecuada hará que la sociedad de hoy y las generaciones futuras encuentren en ellos el referente adecuado y que lo tomen como guía en su futuro.

La fortaleza de los vínculos


Relaciones de confianza

¿Es la confianza una palabra más de los que aparecen en este blog? ¿Es quizás el concepto que da sentido a la maraña de términos que a menudo utilizamos para tejer el sentido de nuestra vida? Desde un punto de vista académico se puede definir la confianza como la esperanza firme que se tiene de alguien o algo. Es por esta razón que el ser humano precisa de ella en múltiples situaciones para poder vivir.

Tiene confianza un niño en que la mano de sus padre lo lleve a un lugar seguro donde no le pueda pasar nada malo. Tiene confianza el hijo en que su madre lo cuidará y velará por él cuando esté enfermo. Tiene confianza el estudiante en que su profesor le enseñará correctamente los detalles y la verdad de las materias de la vida. Tiene confianza el ser humano en que su vida va a tener un sentido y en que quizás hay alguna cosa superior más allá de la muerte. Tiene confianza el seguidor del equipo de futbol hasta el último segundo del partido en que sus jugadores alcancen la victoria merecida. Tiene confianza el presunto culpable en el juez que dicta la sentencia en un contencioso entre vecinos. Tiene confianza el ciudadano en la veracidad de las noticias que recibe de los distintos lugares del mundo. Tiene confianza el autor de una novela en el traductor de la misma a las distintas lenguas para que llegue el mismo mensaje a todos sus lectores. Tiene confianza todo un pueblo en la virtud de su clase dirigente…

Vivimos en una época de crisis ¿Económica? ¿Financiera? ¿Social? Yo más bien diría que lo que vivimos es una crisis de confianza. Hemos dejado de confiar en las instituciones y en las personas. Las instituciones, moribundas casi todas, han perdido gran parte de su valor y sentido en las consideraciones de los ciudadanos. Desde la universidad a la política, desde los medios de comunicación a la Iglesia, desde la familia hasta la escuela, y no se diga ya de los bancos y las demás instituciones financieras tras haber estafado a millones de clientes.

Así, frente a la decreciente fe en las instancias constituidas, la gente tiende a fiarse más del amigo, el conocido, el vecino, el boca a boca e incluso el rumor. La escala de valores se ha dañado y ha provocando que la confianza haya buscado otros anclajes. Sin ella se tiene una situación de incertidumbre acerca de las acciones de los semejantes; gracias a ella, es posible suponer un cierto grado de regularidad y predictibilidad en las acciones sociales, simplificando el funcionamiento de la sociedad. Por lo tanto, ¿Cómo es posible seguir adelante sin poseer la necesaria seguridad que cada uno debe tener en sí mismo y en los demás?

La confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro y se verá más o menos reforzada en función de las acciones. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de un otro. Es una especie de apuesta que consiste en no inquietarse, del no-control del otro y del tiempo. Sin embargo, esta apuesta que hacemos en el futuro se puede resquebrajar por distintos motivos. La confianza es como una joya frágil. Cuesta largo tiempo y mucho esmero conseguirla brillante y pulida, pero un simple traspiés la puede llegar a romper en un instante.

Es cierto que la confianza es algo que cuesta enormemente de ganar, pero que se puede perder en cuestión de un momento. La confianza es la base sobre la cual se puede establecer y cimentar el resto de valores: amor, respeto, tolerancia, etc. Constituye los cimientos de las relaciones interpersonales y es por eso, que lleva su tiempo construirla cuando se trata de crear una relación sólida y perdurable. Nos permite creer que una persona o un grupo serán capaces y desearán actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamientos. Y esta sensación resulta ser del todo reconfortante.

Quizás nuestra vida es tan solo el anhelo de alcanzar la confianza en algo y alguien y no llegar a perderla jamás. Para salir de esta crisis hemos de recuperar, buscar y construir nuevos referentes dignos de merecer nuestra confianza. Aquello que se ha roto, tras el correspondiente periodo de duelo, debe ser reparado debidamente Ello implica coraje, esfuerzo, insistencia y paciencia. Valores de siempre para nuevos tiempos. La confianza es un vínculo que, una vez establecido entre los individuos de una comunidad, resulta enormemente poderoso. Necesitamos de él para poder abordar el futuro con paso firme.

miércoles, 1 de julio de 2009

La inteligencia social



Los individuos y el conjunto

Los seres humanos hemos instaurado la inteligencia individual, la autonomía personal, la realización del yo en lo más alto de nuestra escala de valores. El individualismo ha constituido la esencia de nuestro sistema desde hace más de 200 años y los resultados han sido espectaculares en lo bueno y en lo malo.

Hemos creado y destruido como ninguna especie lo ha hecho. Nuestra inteligencia social se colapsa a veces. El siglo XX ha sido testigo de crueles estupideces colectivas. El modelo que hemos generado se encuentra ya agotado y debe cambiar de alguna manera ya que no lleva a ningún sitio.

La inteligencia individual no es de fiar. Puede justificar el egoísmo mas desmesurado, el egocentrismo más feroz. Si sólo procuramos por nosotros y tan solo nosotros mismos en el fondo nos hacemos más débiles y manipulables ante los poderes que controlan el mundo. Divididos en islas somos fácilmente controlables y no tenemos nada que hacer. Somos ricos como individuos y colectivamente podemos hacer más y mejor que si nos planteamos las cosas de forma aislada.
La solución tampoco está en el colectivismo que anula la iniciativa y la libertad individual en aras de un supuesto bien colectivo. Todos necesitamos alicientes e incentivos para sentirnos realizados como personas. Si limitamos las capacidades innatas del individuo corremos el peligro de sucumbir a una mediocridad generalizada.

El modelo futuro quizás debe estar en un modo de relacionarse que aumente las posibilidades de cada uno de los participantes, sin mermar las capacidades del conjunto. La idea básica consistiría en conseguir que la interacción de los individuos de nuestra colectividad sea de tal forma que consiga producir un aumento de la capacidad del conjunto. De esta manera, el talento individual debe contribuir a la construcción de la inteligencia compartida del colectivo, que a su vez ha de aumentar las posibilidades de sus miembros. El objetivo debería ser obtener una espiral de realimentación positiva entre el individuo y el colectivo.

Es preciso tener el convencimiento, la voluntad y el coraje de que trabajando conjuntamente podemos establecer las bases sólidas para crear un sistema de valores que procure hacer las cosas de una forma más equitativa y mejor. Quizás suene idealista pero sólo las personas que tienen ideas diferentes son capaces de transformar el mundo. Es más poderosa una idea que 100 cañones. La alternativa de no hacer nada y esperar no tiene ningún sentido. Al mundo le toca cambiar y ya está cambiando.

Nuestro mundo empieza con nosotros mismos como personas, nuestra pareja, hijos, familia, amigos, etc. Si este mundo nuestro no cambia o no cree que deba cambiar entonces vamos mal. El inmovilismo que ahora nos atenaza por la incertidumbre no debe ser el argumento para no hacer nada nuevo. Si queremos que las cosas cambien debemos hacer cosas diferentes.


Todo camino, por largo que sea, comienza por un primer paso. No esperemos a encontrar el camino para atrevernos a realizar el primer paso en pos de nuestro destino.


Recordando


Mi madre

En el post del pasado mes de mayo publiqué una poesía que trataba sobre la figura de la madre ya que me pareció muy indicado para aportar contenidos a ese mes. Además esa poesía era obra de mi madre, así que se ajustaba perfectamente al propósito que tenía: un homenaje a todas las madres de este mundo.

Una de las grandes aficiones de mi madre era escribir poesías dedicadas a sus seres queridos o tratar aspectos de la realidad que le llamaban la atención. Creo que la poesía de ”La madre” es una de las mejores. No deja indiferente a nadie. Supongo que es por el tema que toca ya que todos nos podemos sentir identificados al mismo de una forma u otra. Por otro lado, tiene un sentimiento y una carga emocional enorme como corresponde a una verdadera obra de arte. Oírla declamarla en directo siempre ha sido toda una experiencia vital.

El 26 de este mes de julio se cumplen 10 años desde que nos dejó y siempre la he tenido presente. Fue una cosa repentina que nos pilló a todos por sorpresa y que siempre me ha impactado. De todas formas tengo la certeza que siempre ha seguido estando a mi lado tanto en los momentos buenos como en los malos. Con la perspectiva del tiempo intento recuperar todo lo que de ella he recibido, que es mucho, y aportarlo a mi vida. Ella sabía vivir la vida bien, disfrutando de todo lo bueno a pesar de los nubarrones que siempre aparecen. Una persona con gran fe en las personas y en Dios que siempre me ayuda a afrontar las cosas cuando no lo hago como debería. Esa fue mi madre.

Me gustaría ser capaz de hacer las cosas más de acuerdo a su estilo. Creo que así será más feliz. Al menos tengo claro el camino a seguir. Siempre le dije que algún día publicaría sus poesías y nunca hubiera imaginado que a través de internet y este blog lo pudiera empezar a hacer. Es una forma sencilla y fácil y que me permite que todo el que quiera las pueda conocer y leer independientemente de donde se encuentre. A ella le hubiera gustado la idea y sólo por esto ya vale la pena. Si además aporta alguna cosa adicional a alguien, mejor.

Muchas personas temen a la muerte cuando resulta ser algo consustancial a nuestra vida. Sin embargo, en nuestra sociedad no existe una educación clara en ese sentido. Es algo que se evita y elude por temor y miedo. Se debería aceptar como algo natural y vivir la vida de manera intensa, plena y sin miedos.

Creo que no se debe vivir con miedo. El miedo paraliza y no te permite vivir el presente. Tenemos nostalgia y recuerdo del pasado e incertidumbre y medio del futuro. No sabemos qué pasará, pero esto no es una razón para hipotecar el activo más importante de nuestra vida: el momento presente en el que vivimos. Hay que vivir este momento con alegría y entusiasmo. Es lo único que realmente tenemos La vida no es corta, son las personas las que permanecen muertas demasiado tiempo.

lunes, 1 de junio de 2009

Colaboración creativa


El poder del talento y el trabajo en equipo
Sin duda, el trébol más conocido se halla en Europa, con cinco clubes que sí lo lograron, como lo son el Celtic F.C. de Escocia en 1966-67, los neerlandeses del Ajax Amsterdam en 1971-72. el PSV Eindhoven en 1987-88, el Manchester United F.C. de Inglaterra en 1998-99 y, por último, el F.C. Barcelona en 2008-09. Estos equipos lograron en una misma temporada el título de liga, el de copa y la Liga de Campeones y curiosamente este solo ha ocurrido una vez en cada una de las décadas pasadas….. Este tipo de gestas solo puede ser llevado a cabo por equipos estrella.

Un equipo estrella surge de la colaboración creativa de sus miembros dando lugar a un ente mayor que la suma de las ideas de sus individuos. El mundo rebosa con pruebas de esta sinergia exponencial donde la suma del talento y el trabajo lleva al final a obtener resultados excepcionales.
Si nos fijamos en el caso específico de los equipos estrella formados por una pareja podemos ver que al final, la magia detrás de los dúos innovadores se consigue con unos pocos ingredientes clave: la pareja suele tener una visión compartida y talentos y temperamentos complementarios. "Si un científico es teórico y el otro es un gran administrador de laboratorio pueden llegar a ser muy productivos",

Un cuidadoso equilibrio entre animarse y criticarse hace que los socios creativos saquen lo mejor del otro. En las etapas iniciales de un proyecto las ideas necesitan fluir libremente, pero los buenos dúos deben ayudarse mutuamente a encontrar el "diamante en bruto" escondido en la lluvia de ideas. Y deben darse el uno al otro una retroalimentación honesta: "el ser oportuno con la crítica es muy importante, porque los socios son interdependientes tanto emocional como intelectualmente".

Los equipos que comparten trabajo y cama pueden tener una asociación de doble filo. A pesar de que la colaboración puede ser super interesante, con el tiempo puede dar lugar a un sentimiento de certeza sobre las ideas de su socio -un peligro, , dado que la libertad de explorar nuevos territorios es un requisito para la creatividad.

La división de la recompensa de los esfuerzos compartidos es a menudo difícil, pero la recompensa de sentirse en conexión puede superar a la gloria individual. Un beneficio clave de la colaboración es que permite a cada persona ser más atrevida, porque el riesgo se reparte. Dos personas pueden cuestionar lo más acertado en su campo más cómodamente que un operador individual.

Por último, no hay nada mejor que poder compartir y disfrutar de los éxitos con los demás. Nuestra sociedad actual se ha caracterizado por la fuerza del individualismo. Y este enfoque parece que se está agotando. Hemos de cambiar el sistema y empezar a pensar a nivel de grupo, globalmente. Todo está fuertemente interconectado con lo que en el fondo todos somos uno. En el sentido de que la suma de la aportación de cada uno forma un todo. En nuestras manos está si queremos convertirlo en un equipo estrella.

Ser o no ser, esa es la cuestión


La vida es una cuestión de saber elegir

El día 19 de este mes de junio se cumplen diez años del día de mi boda. Uno de los días más felices de mi vida y donde tomé una de las decisiones más importantes: casarme con Berta y amarla y serle fiel en la salud y en la enfermedad, en la pobreza en la riqueza todos los días de mi vida. Se trata de una decisión muy importante ya que con un sí no sólo se sella un compromiso muy fuerte con una persona sino que supone al mismo tiempo decir que no a todas las demás.

¿Porque la escogí a ella? La respuesta es sencilla. Era la opción natural. Nos conocimos de adolescentes, se convirtió en mi mejor amiga, construimos una gran relación basada en la comunicación y en la confianza. Con el paso del tiempo la amistad se transformó en algo más y nos enamoramos. Me inspira seguridad a la vez que tenemos caracteres complementarios. Alguien que te completa y que encima de hace sentir siempre cómodo y con quien siempre te puedes entender fácilmente posee todos los atractivos y valores para cimentar una vida en común feliz, sólida y duradera.

En la sociedad de la abundancia en la que todavía vivimos disfrutamos de demasiadas opciones a la hora de tomar nuestras decisiones y curiosamente nos encontramos con la paradoja de que cuanto más podemos elegir más infelices somos. La creencia habitual de que disponer de más opciones en la vida, implica más libertad y que esto acaba redundado en tener un mayor bienestar no resulta del todo cierto.

Este hecho es debido a que la posibilidad de tener muchas elecciones provoca básicamente dos efectos en las personas. El primero es que genera una acción paralizante en el individuo ya que ante tantas opciones el ser humano experimenta dificultades en la toma de decisiones. La segunda es que nos encontramos menos satisfechos con la opción tomada que si hubiéramos tenido menos opciones para decidir.

Este último punto se manifiesta de forma clara si pensamos que cuantas más opciones tenemos más fácil resulta lamentarse por haber escogido la errónea. También es cierto que cuando podemos elegir entre tantas cosas más fácil es comparar lo elegido con las opciones descartadas. Cuando elijo una opción rechazo a la vez otras y puede que las acabe considerando mejores que la elegida.

Con tantas opciones las expectativas acerca de lo elegido son muy altas y cuanto mayores son las expectativas acerca de algo más probable es que la realidad nos acabe decepcionando. Finalmente, no hay que olvidar que cuando no estamos satisfechos de las elecciones sobre las que tenemos tantas expectativas el único responsable es uno mismo. Acabamos entonces quejándonos de mostros mismos.

Es decir, desde la compra de productos de consumo: unos pantalones, una TV, salsa para la ensalada, etc; a la elección del estilo de vida (donde vivir, en que trabajar, con quien y donde casarse, etc; llegamos al mismo punto: tener demasiadas opciones acaba mermando la felicidad.

El éxito en cualquier ámbito de la vida radica a mí entender en ser capaz de tomar la decisión adecuada en aquellos momentos que, aun siendo pocos y concretos, resultan decisivos en el devenir futuro. En estas situaciones las opciones no son tantas y se reducen entre elegir lo fácil o lo correcto y, no hay que olvidarlo nunca, que lo difícil es enemigo de lo cobarde.

Os deseo a todos que tengáis acierto en vuestras decisiones futuras.

viernes, 1 de mayo de 2009

El poder de la atracción


La fuerza del equilibrio

Este es uno de los temas más clásicos en el estudio de las relaciones interpersonales. Encontrar una pareja y desarrollar una relación estable a largo plazo con ella es un proceso social clave que tiene consecuencias notables sobre el bienestar individual. El tipo de apego de cada persona determina cómo busca seguridad, el grado de inseguridad que le ocasiona una relación y cómo lidia con él.

En general, las personas seguras prefieren también personas seguras. Sin embargo, entre las personas inseguras la predilección resulta más difícil de prever. Se han propuesto tres hipótesis: se elige por similitud, por complementariedad o seguridad en la relación.

Y hablando del poder de la atracción podemos fijarnos en la figura de Michael Phelps que se ha convertido el mejor atleta de toda la historia al conseguir ocho medallas de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Pekin 2008. Sin duda esta gesta no es fruto de la casualidad. Más bien es el fruto del equilibrio entre la preparación física y la capacidad mental.

Hay que tener mucha capacidad de sacrificio para prepararse físicamente con el objetivo de poder nadar con la potencia y técnica necesaria para batir a los rivales. Pero también es preciso poseer una gran fuerza mental para pasarse largas horas de entrenamiento solo escuchando el ruido del agua al contactar con el cuerpo y seguir con la mirada una monótona línea pintada en el suelo. ¿Cuántas cosas deben pasar por la cabeza?

Lo más sorprendente de todo es la gran desproporción entre el tiempo invertido en los entrenamientos para estar en óptimas condiciones y lo poco que dura la prueba en la que debe mostrar sus capacidades frente a sus rivales. Centenares de días frentes a unas decenas de segundos. Todo por conseguir la excelencia.

Quizás las cosas funcionarían de otra manera si las personas responsables del desempeño de puestos clave en nuestra sociedad tuvieran un equilibro parecido en sus capacidades y destinaran una proporción mayor de preparación frente al desempeño de sus tareas. Sería una forma sencilla de mitigar la elevada mediocridad existente a la espera de que aflorara el verdadero talento.

Quizás sea eso lo que en el fondo nos atrae de los demás: la capacidad de aportar equilibrio y aflorar el talento innato que todos llevamos dentro.

El origen de todas las cosas

La madre

Es la cosa más bendita de la tierra,
es la cosa que los hombres más queremos,
es el único cariño que no engaña,
es un ángel desprendido de los cielos.

Hacen mal los que dicen que están solos
que a su lado, con el alma o con el cuerpo
siempre está la mujer buena de ojos dulces,
siempre está la dulce madre sonriendo.

En la iglesia está una madre junto a un cirio,
otra madre despacito marcha al huerto,
otra madre corta el trigo allá en las mies,
otra madre mira en el balcón a lo lejos.

En la mies, en el balcón, en la iglesia
a la madre siempre ocupa un pensamiento
los hijos de su alma, las rosas de su seno.

Verdad, verdad cien veces
que la madre es lo más bueno
porque la madre es ángel,
porque la madre es cielo,
porque la madre es luz,
y es ternura y es gorjeo,
y al tenerla poseemos lo más grande
y al perderla se nos pierde lo más bueno.

Sin la madre no hay canciones en la vida,
sin la madre es el hogar un cementerio,
sin los ojos de la madre nuestro sol
nos deja los caminos siempre negros.

Irá el hijo por la tierra con los bueyes,
irá el hijo por los mares marinero,
irá el hijo por la tierra en las trincheras,
mas con él irá la madre de ojos dulces,
mas con él irá la madre con un beso.

Cuando entierres a una madre, enterrador,
echa encima poca tierra, te lo ruego,
para que llegue hasta nosotros el perfume
de los lirios marchitados de sus huesos.

Que seremos en la vida, cualquier cosa,
que tendremos un arado o acaso un cetro,
mas seremos los mas tristes de la vida
si a una madre no tenemos,
que en el trono, en el taller
o hasta en la tumba
necesitamos de sus ojos, de sus besos.

Verdad, verdad cien veces
que la madre es lo más bueno
porque la madre es ángel,
porque la madre es cielo,
porque la madre es diosa,
diosa sí, diosa hecha flor
diosa en pequeño,
y al tenerla poseemos lo más grande
y al perderla se nos pierde lo más bueno.


Mercè Rabassó i Verdaguer (1941-1999)

miércoles, 1 de abril de 2009

St Jordi: valiente y victorioso

Leyenda y tradición…..o la realidad se repite

La gesta de san Jordi y el dragón se hizo popular en toda Europa hacia el siglo IX bajo el nombre de "Leyenda áurea". La versión más popular en Cataluña explica que en Montblanc (Conca de Barberà) vivía un dragón terrible que causaba estragos entre la población y el ganado. Para apaciguarlo, se sacrificaba al monstruo una persona escogida por sorteo. Un día la suerte señaló a la hija del rey, que habría muerto de no ser por la aparición de un bello caballero con armadura que se enfrentó al dragón y lo mató. La tradición añade que de la sangre derramada nació un rosal de flores rojas. El caballero valiente y victorioso desestimó la oferta del rey de casarse con su hija y con ella tener su reino. Su compromiso era seguir luchando para que reinara el Bien.

La verdad es que se trata de una leyenda muy bonita que siempre me ha gustado y que tenemos muy arraigada en nuestra tierra en la que se describe la eterna lucha entre el Bien y el Mal. En la leyenda, el dragón se hacía cada vez más fuerte y dominaba al pueblo porque ninguna de las personas del mismo se atrevía a hacer nada al respecto resignándose a lo inevitable. Es decir, para que el Mal avance sólo hace falta que las personas buenas no hagan nada.

Divide y vencerás es el lema y mientras la gente continúe viéndose como separados de los demás, se prestan a si mimos para ser completamente esclavizados. El dragón de nuestros días conoce muy bien esta realidad y también sabe que si la gente se da cuenta de la verdad de su relación con los demás y la verdad de su poder personal se puede crear un verdadero caballero valiente y victorioso capaza de derrotar al dragón.

En nuestra cultura hemos sido entrenados para resaltar las diferencias individuales, así que miras a cada persona y lo que nos impacta inmediatamente es: más inteligente, más tonto, más viejo, más joven, más rico, más pobre… y hacemos estas distinciones dimensionales y las ponemos en categorías y las tratamos de esa manera. Y así
vemos a los demás como separados de mostros mismos, los vemos cómo diferentes. Y una de las mejores características de la experiencia vital es estar con otra persona y, de repente, ver cómo se parece a ti, no cómo es de diferente. Y experimentar que lo que es esencia en ti, que es esencia en mí, es de hecho lo mismo. Entendiendo que no hay otro… es todo uno.

Tal como se muestra en la leyenda de St Jordi cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder el mundo conocerá la Paz. Será entonces cuando el color rojo sólo teñirá las rosas que nos regalamos como símbolo de amor y no la sangre de los inocentes. Será entonces cuando encontremos en los libros que nos regalamos no una simple diversión o entretenimiento sino la verdad que nos hará libres.

Luchando correctamente

¿ Todavía no hay nadie cómo él ?

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla."

A. Einstein (1879-1955)

lunes, 2 de marzo de 2009

El arte de vivir bien


Algunas reglas básicas:


Vida honesta y arreglada
usar muy pocos remedios
y poner siempre los medios
de no alterarse por nada.

La comida moderada
ejercicio y distracción,
no tener nuca aprehensión
salir al campo algún rato,
poco encierro y mucho trato
y continua ocupación.


Dr Letamendi

Conectando feudos


La estrategia:


En la actualidad predomina el pensamiento de que debemos concentrarnos en proteger nuestro propio feudo y, a ser posible hacerlo más grande sin importar lo demás. El feudo se puede entender desde una óptica moderna como el conjunto de intereses más afines de un individuo o colectivo y que le son muy preciados. Por ejemplo su casa, su familia, sus amigos, el barrio donde vive, etc. Otros pueden ser su negocio, su círculo de poder, su ámbito de confort, etc.


Estos feudos son territorios más o menos grandes donde nos sentimos confortables y cómodos. Es por eso que tendemos a protegerlos y conservarlos como el bien más preciado sin prestar excesiva atención en que pasa en los feudos de los demás. El problema es que si persistimos en esta posición estratégica de estancamiento y proteccionismo y no tomamos acciones responsables que nos lleven hacia donde nos guie nuestro destino corremos un grave peligro.


Podemos quedarnos aislados en nuestro feudo olvidados del mundo sin tener nunca la oportunidad de cruzar nuevas barreras y experimentar nuevas sensaciones y emociones vitales o bien nos quedamos a la merced de ser conquistados por otros feudos más poderosos que intentarán imponernos su criterio y su modelo de vida.


Por otro lado, si persistimos en nuestro deseo irrefrenable ampliar nuestro feudo o bien de pretender conquistar los feudos de los demás para conseguir ampliar nuestro ámbito de poder, control e influencia corremos el riesgo de descuidar nuestro feudo y que este sea conquistado por alguien cuyo poder habíamos subestimado previamente.


En definitiva, se trata de una cuestión de equilibrio entre la prudencia y la ambición. Es decir, la clave se basa tan solo de abrir nuestros feudos y conectarlos con los demás para implicarnos de forma más directa y responsable en lo que es vital para los demás y viceversa. Solo así seremos capaces de seguir los puntos que definen el patrón de nuestro destino y podremos construir feudos más fructíferos y fuertes.

viernes, 6 de febrero de 2009

Encajando las piezas


Vivir bien:

La sabiduría es la capacidad de saborear bien las cosas, de captar su íntimo secreto. Para los antiguos filósofos griegos era el tipo de conocimiento más perfecto, superior a la ciencia porque trata de los temas eternos y trascendentales: Dios, el Ser, las Ideas. También se puede entender como la capacidad de guiar bien la acción.

Los miembros de nuestra sociedad necesitan aprender a elegir bien sus metas, a tomar decisiones, a enfrentarse con los problemas, a ser fuertes sin ser insensibles, a establecer vínculos afectivos y felices, a disfrutar de las cosas buenas y bellas. Es decir, dirigir bien la vida, o mejor dicho vivir bien.

El planteamiento para abordar estas cuestiones parece sencillo pero su ejecución es a menudo complicada. ya que se produce a menudo una juxtaposicions del mundo de las ideas y el de las realidades. Sin embargo, a pesar de esta dificultad inherente observamos con sorpresa en todo lo nos rodea que existe un patrón común en la creación de cosas únicas, bellas y eficientes.
¿Será esta la pieza que nos falta en nuestras vidas?

jueves, 5 de febrero de 2009

Manteniendo la confianza


Ser único:


El hecho de ser único es el sello distintivo de un artista, diseñador o arquitecto. Cada uno de ellos diseña algo único en sus creaciones. Una cualidad que los distingue de cualquier otro.El ser humano tiene esta individualidad de forma natural: su huella digital. Somos 6.000 millones de seres humanos en este mundo y no existen dos huellas iguales en toda la humanidad. Todo aquello que tocamos está marcado con una imagen directa revelando a todo aquél que lo ve quién está ahí.


Sin embargo, algo hemos hecho mal cuando progresamos continuamente en el campo científico, económico y tecnológico, pero estamos estancados en nuestro modo de resolver problemas afectivos, sociales y políticos. Vivimos en un mundo tecnológicamente sofisticado y emocionalmente primitivo donde además todo es a costa de la gran mayoría de los habitantes de nuestro planeta y para beneficio de unos pocos.


No es de extrañar que la violencia continúe siendo la última solución. Sería interesante ver qué pasaría si en vez de poner como objetivo central de la inteligencia el conocimiento y la verdad, elegimos la justicia y el bien. ¿Qué tipo de humanidad tendríamos? Estoy connvencido que una mucho mejor.

martes, 6 de enero de 2009

La crisis del sistema




No había ningún problema:







Hasta ahora parecía que el sistema funcionaba bien. Pero la verdad es que el sistema está en crisis. Y la razón por la que está en crisis es que nuestro sistema de producción de bienes de consumo es un sistema lineal y nosotros vivimos en un planeta finito y no se puede ejecutar un sistema lineal en un planeta de recursos finitos de forma indefinida. Además nuestro sistema de estados nación ha quedado obsoleto. Ya no es cierta la visión y los valores de que los gobiernos deben ser de la gente, por la gente y para la gente. Las corporaciones multinacionales se han convertido en los amos de nuestro mundo global. De las 100 mayores economías existentes en la tierra actualmente, 51 pertenecen a estas corporaciones.




Para ellos nosotros nos hemos convertido en una nación de consumidores. Nuestra primera identidad se ha convertido en ser consumidores, no padres, profesores, médicos, pero si consumidores. La manera principal en que nuestro valor es medido y demostrado es en cuanto consumimos. Así pues, el propósito de nuestro sistema alentado por nuestros estados sujetos al poder de las grandes corporaciones es consumir y cuanto más mejor. Proporcionar una buena educación, sanidad, asistencia a los mayores, justicia, seguridad o sostenibilidad no figuran entre las prioridades.




La estrategia seguida para conseguir esta finalidad se basa en la obsolescencia planificada y la obsolescencia percibida. La primera consiste en diseñar las cosas para que sean inútiles tan pronto como sea posible con el objetivo de lanzarnos al consumo de otras nuevas con el consiguiente malgasto de materia primas y generación de residuos. La segunda se basa en convencernos de que tiremos aquellas cosas que todavía son útiles gracias al influjo de la publicidad y las modas.




Nuestra economía enormemente productiva... pide que hagamos del consumo nuestra forma de vida, que convirtamos la compra y uso de los bienes en un ritual, que busquemos nuestra satisfacción espiritual, nuestra satisfacción del ego, en consumo... nosotros necesitamos cosas consumidas, quemadas, reemplazadas y descartadas a paso acelerado. Y el resultado no es más que un círculo vicioso que no trae más que infelicidad en nuestras vidas y que ya no es sostenible.

Esclavos del siglo XXI


Nada ha cambiado:

Seguimos encadenados para que una minoría detente el poder. Todo empezó con aquellos sistemas centralizados de los que surgieron unos pocos que se apoderaron de los recursos y empezaron a dominar al pueblo. Llegaron a tener el poder absoluto, pero los oprimidos fueron rebelándose porque apenas podían subsistir; el hambre, la miseria y las enfermedades segaban sus vidas. Los que protestaron por una causa justa consiguieron cambiar un sistema autoritario y establecieron los principios de la libertad. Pero los rebeldes que defendían la dignidad humana accedieron al poder y, una vez lograda la riqueza, se disfrazaron de libertarios para prometernos la felicidad y el bienestar. Ellos, sin embargo, cada vez tenían más y ya no les importaban los demás. Ahora son los dueños del mundo.

Fuimos engañados y seguimos siendo engañados. Hay reuniones internacionales en las que unos títeres firman cartas y documentos que calman nuestra indignación ante la injusticia de los subdesarrollados. Estamos atrapados y encadenados. Hemos entregado nuestra libertad a cambio de una felicidad falsa, una felicidad inundada de deseos y satisfacciones del consumo. Tenemos que aprender a ser verdaderamente humanos; nuestra capacidad es infinita, pero estamos atrapados en la ruta equivocada y retrocedemos en vez de continuar hasta el fin.