lunes, 1 de junio de 2009

Colaboración creativa


El poder del talento y el trabajo en equipo
Sin duda, el trébol más conocido se halla en Europa, con cinco clubes que sí lo lograron, como lo son el Celtic F.C. de Escocia en 1966-67, los neerlandeses del Ajax Amsterdam en 1971-72. el PSV Eindhoven en 1987-88, el Manchester United F.C. de Inglaterra en 1998-99 y, por último, el F.C. Barcelona en 2008-09. Estos equipos lograron en una misma temporada el título de liga, el de copa y la Liga de Campeones y curiosamente este solo ha ocurrido una vez en cada una de las décadas pasadas….. Este tipo de gestas solo puede ser llevado a cabo por equipos estrella.

Un equipo estrella surge de la colaboración creativa de sus miembros dando lugar a un ente mayor que la suma de las ideas de sus individuos. El mundo rebosa con pruebas de esta sinergia exponencial donde la suma del talento y el trabajo lleva al final a obtener resultados excepcionales.
Si nos fijamos en el caso específico de los equipos estrella formados por una pareja podemos ver que al final, la magia detrás de los dúos innovadores se consigue con unos pocos ingredientes clave: la pareja suele tener una visión compartida y talentos y temperamentos complementarios. "Si un científico es teórico y el otro es un gran administrador de laboratorio pueden llegar a ser muy productivos",

Un cuidadoso equilibrio entre animarse y criticarse hace que los socios creativos saquen lo mejor del otro. En las etapas iniciales de un proyecto las ideas necesitan fluir libremente, pero los buenos dúos deben ayudarse mutuamente a encontrar el "diamante en bruto" escondido en la lluvia de ideas. Y deben darse el uno al otro una retroalimentación honesta: "el ser oportuno con la crítica es muy importante, porque los socios son interdependientes tanto emocional como intelectualmente".

Los equipos que comparten trabajo y cama pueden tener una asociación de doble filo. A pesar de que la colaboración puede ser super interesante, con el tiempo puede dar lugar a un sentimiento de certeza sobre las ideas de su socio -un peligro, , dado que la libertad de explorar nuevos territorios es un requisito para la creatividad.

La división de la recompensa de los esfuerzos compartidos es a menudo difícil, pero la recompensa de sentirse en conexión puede superar a la gloria individual. Un beneficio clave de la colaboración es que permite a cada persona ser más atrevida, porque el riesgo se reparte. Dos personas pueden cuestionar lo más acertado en su campo más cómodamente que un operador individual.

Por último, no hay nada mejor que poder compartir y disfrutar de los éxitos con los demás. Nuestra sociedad actual se ha caracterizado por la fuerza del individualismo. Y este enfoque parece que se está agotando. Hemos de cambiar el sistema y empezar a pensar a nivel de grupo, globalmente. Todo está fuertemente interconectado con lo que en el fondo todos somos uno. En el sentido de que la suma de la aportación de cada uno forma un todo. En nuestras manos está si queremos convertirlo en un equipo estrella.

Ser o no ser, esa es la cuestión


La vida es una cuestión de saber elegir

El día 19 de este mes de junio se cumplen diez años del día de mi boda. Uno de los días más felices de mi vida y donde tomé una de las decisiones más importantes: casarme con Berta y amarla y serle fiel en la salud y en la enfermedad, en la pobreza en la riqueza todos los días de mi vida. Se trata de una decisión muy importante ya que con un sí no sólo se sella un compromiso muy fuerte con una persona sino que supone al mismo tiempo decir que no a todas las demás.

¿Porque la escogí a ella? La respuesta es sencilla. Era la opción natural. Nos conocimos de adolescentes, se convirtió en mi mejor amiga, construimos una gran relación basada en la comunicación y en la confianza. Con el paso del tiempo la amistad se transformó en algo más y nos enamoramos. Me inspira seguridad a la vez que tenemos caracteres complementarios. Alguien que te completa y que encima de hace sentir siempre cómodo y con quien siempre te puedes entender fácilmente posee todos los atractivos y valores para cimentar una vida en común feliz, sólida y duradera.

En la sociedad de la abundancia en la que todavía vivimos disfrutamos de demasiadas opciones a la hora de tomar nuestras decisiones y curiosamente nos encontramos con la paradoja de que cuanto más podemos elegir más infelices somos. La creencia habitual de que disponer de más opciones en la vida, implica más libertad y que esto acaba redundado en tener un mayor bienestar no resulta del todo cierto.

Este hecho es debido a que la posibilidad de tener muchas elecciones provoca básicamente dos efectos en las personas. El primero es que genera una acción paralizante en el individuo ya que ante tantas opciones el ser humano experimenta dificultades en la toma de decisiones. La segunda es que nos encontramos menos satisfechos con la opción tomada que si hubiéramos tenido menos opciones para decidir.

Este último punto se manifiesta de forma clara si pensamos que cuantas más opciones tenemos más fácil resulta lamentarse por haber escogido la errónea. También es cierto que cuando podemos elegir entre tantas cosas más fácil es comparar lo elegido con las opciones descartadas. Cuando elijo una opción rechazo a la vez otras y puede que las acabe considerando mejores que la elegida.

Con tantas opciones las expectativas acerca de lo elegido son muy altas y cuanto mayores son las expectativas acerca de algo más probable es que la realidad nos acabe decepcionando. Finalmente, no hay que olvidar que cuando no estamos satisfechos de las elecciones sobre las que tenemos tantas expectativas el único responsable es uno mismo. Acabamos entonces quejándonos de mostros mismos.

Es decir, desde la compra de productos de consumo: unos pantalones, una TV, salsa para la ensalada, etc; a la elección del estilo de vida (donde vivir, en que trabajar, con quien y donde casarse, etc; llegamos al mismo punto: tener demasiadas opciones acaba mermando la felicidad.

El éxito en cualquier ámbito de la vida radica a mí entender en ser capaz de tomar la decisión adecuada en aquellos momentos que, aun siendo pocos y concretos, resultan decisivos en el devenir futuro. En estas situaciones las opciones no son tantas y se reducen entre elegir lo fácil o lo correcto y, no hay que olvidarlo nunca, que lo difícil es enemigo de lo cobarde.

Os deseo a todos que tengáis acierto en vuestras decisiones futuras.