lunes, 2 de marzo de 2009

El arte de vivir bien


Algunas reglas básicas:


Vida honesta y arreglada
usar muy pocos remedios
y poner siempre los medios
de no alterarse por nada.

La comida moderada
ejercicio y distracción,
no tener nuca aprehensión
salir al campo algún rato,
poco encierro y mucho trato
y continua ocupación.


Dr Letamendi

Conectando feudos


La estrategia:


En la actualidad predomina el pensamiento de que debemos concentrarnos en proteger nuestro propio feudo y, a ser posible hacerlo más grande sin importar lo demás. El feudo se puede entender desde una óptica moderna como el conjunto de intereses más afines de un individuo o colectivo y que le son muy preciados. Por ejemplo su casa, su familia, sus amigos, el barrio donde vive, etc. Otros pueden ser su negocio, su círculo de poder, su ámbito de confort, etc.


Estos feudos son territorios más o menos grandes donde nos sentimos confortables y cómodos. Es por eso que tendemos a protegerlos y conservarlos como el bien más preciado sin prestar excesiva atención en que pasa en los feudos de los demás. El problema es que si persistimos en esta posición estratégica de estancamiento y proteccionismo y no tomamos acciones responsables que nos lleven hacia donde nos guie nuestro destino corremos un grave peligro.


Podemos quedarnos aislados en nuestro feudo olvidados del mundo sin tener nunca la oportunidad de cruzar nuevas barreras y experimentar nuevas sensaciones y emociones vitales o bien nos quedamos a la merced de ser conquistados por otros feudos más poderosos que intentarán imponernos su criterio y su modelo de vida.


Por otro lado, si persistimos en nuestro deseo irrefrenable ampliar nuestro feudo o bien de pretender conquistar los feudos de los demás para conseguir ampliar nuestro ámbito de poder, control e influencia corremos el riesgo de descuidar nuestro feudo y que este sea conquistado por alguien cuyo poder habíamos subestimado previamente.


En definitiva, se trata de una cuestión de equilibrio entre la prudencia y la ambición. Es decir, la clave se basa tan solo de abrir nuestros feudos y conectarlos con los demás para implicarnos de forma más directa y responsable en lo que es vital para los demás y viceversa. Solo así seremos capaces de seguir los puntos que definen el patrón de nuestro destino y podremos construir feudos más fructíferos y fuertes.