miércoles, 1 de abril de 2009

St Jordi: valiente y victorioso

Leyenda y tradición…..o la realidad se repite

La gesta de san Jordi y el dragón se hizo popular en toda Europa hacia el siglo IX bajo el nombre de "Leyenda áurea". La versión más popular en Cataluña explica que en Montblanc (Conca de Barberà) vivía un dragón terrible que causaba estragos entre la población y el ganado. Para apaciguarlo, se sacrificaba al monstruo una persona escogida por sorteo. Un día la suerte señaló a la hija del rey, que habría muerto de no ser por la aparición de un bello caballero con armadura que se enfrentó al dragón y lo mató. La tradición añade que de la sangre derramada nació un rosal de flores rojas. El caballero valiente y victorioso desestimó la oferta del rey de casarse con su hija y con ella tener su reino. Su compromiso era seguir luchando para que reinara el Bien.

La verdad es que se trata de una leyenda muy bonita que siempre me ha gustado y que tenemos muy arraigada en nuestra tierra en la que se describe la eterna lucha entre el Bien y el Mal. En la leyenda, el dragón se hacía cada vez más fuerte y dominaba al pueblo porque ninguna de las personas del mismo se atrevía a hacer nada al respecto resignándose a lo inevitable. Es decir, para que el Mal avance sólo hace falta que las personas buenas no hagan nada.

Divide y vencerás es el lema y mientras la gente continúe viéndose como separados de los demás, se prestan a si mimos para ser completamente esclavizados. El dragón de nuestros días conoce muy bien esta realidad y también sabe que si la gente se da cuenta de la verdad de su relación con los demás y la verdad de su poder personal se puede crear un verdadero caballero valiente y victorioso capaza de derrotar al dragón.

En nuestra cultura hemos sido entrenados para resaltar las diferencias individuales, así que miras a cada persona y lo que nos impacta inmediatamente es: más inteligente, más tonto, más viejo, más joven, más rico, más pobre… y hacemos estas distinciones dimensionales y las ponemos en categorías y las tratamos de esa manera. Y así
vemos a los demás como separados de mostros mismos, los vemos cómo diferentes. Y una de las mejores características de la experiencia vital es estar con otra persona y, de repente, ver cómo se parece a ti, no cómo es de diferente. Y experimentar que lo que es esencia en ti, que es esencia en mí, es de hecho lo mismo. Entendiendo que no hay otro… es todo uno.

Tal como se muestra en la leyenda de St Jordi cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder el mundo conocerá la Paz. Será entonces cuando el color rojo sólo teñirá las rosas que nos regalamos como símbolo de amor y no la sangre de los inocentes. Será entonces cuando encontremos en los libros que nos regalamos no una simple diversión o entretenimiento sino la verdad que nos hará libres.

Luchando correctamente

¿ Todavía no hay nadie cómo él ?

"No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla."

A. Einstein (1879-1955)