viernes, 6 de febrero de 2009

Encajando las piezas


Vivir bien:

La sabiduría es la capacidad de saborear bien las cosas, de captar su íntimo secreto. Para los antiguos filósofos griegos era el tipo de conocimiento más perfecto, superior a la ciencia porque trata de los temas eternos y trascendentales: Dios, el Ser, las Ideas. También se puede entender como la capacidad de guiar bien la acción.

Los miembros de nuestra sociedad necesitan aprender a elegir bien sus metas, a tomar decisiones, a enfrentarse con los problemas, a ser fuertes sin ser insensibles, a establecer vínculos afectivos y felices, a disfrutar de las cosas buenas y bellas. Es decir, dirigir bien la vida, o mejor dicho vivir bien.

El planteamiento para abordar estas cuestiones parece sencillo pero su ejecución es a menudo complicada. ya que se produce a menudo una juxtaposicions del mundo de las ideas y el de las realidades. Sin embargo, a pesar de esta dificultad inherente observamos con sorpresa en todo lo nos rodea que existe un patrón común en la creación de cosas únicas, bellas y eficientes.
¿Será esta la pieza que nos falta en nuestras vidas?

jueves, 5 de febrero de 2009

Manteniendo la confianza


Ser único:


El hecho de ser único es el sello distintivo de un artista, diseñador o arquitecto. Cada uno de ellos diseña algo único en sus creaciones. Una cualidad que los distingue de cualquier otro.El ser humano tiene esta individualidad de forma natural: su huella digital. Somos 6.000 millones de seres humanos en este mundo y no existen dos huellas iguales en toda la humanidad. Todo aquello que tocamos está marcado con una imagen directa revelando a todo aquél que lo ve quién está ahí.


Sin embargo, algo hemos hecho mal cuando progresamos continuamente en el campo científico, económico y tecnológico, pero estamos estancados en nuestro modo de resolver problemas afectivos, sociales y políticos. Vivimos en un mundo tecnológicamente sofisticado y emocionalmente primitivo donde además todo es a costa de la gran mayoría de los habitantes de nuestro planeta y para beneficio de unos pocos.


No es de extrañar que la violencia continúe siendo la última solución. Sería interesante ver qué pasaría si en vez de poner como objetivo central de la inteligencia el conocimiento y la verdad, elegimos la justicia y el bien. ¿Qué tipo de humanidad tendríamos? Estoy connvencido que una mucho mejor.