lunes, 2 de noviembre de 2009

Dar y recibir

Conciencia global: del Yo al Nosotros

Debemos cultivar una conciencia global tal como descubre el protagonista de la siguiente historia.

“Un hombre estaba perdido en el desierto destinado a morir de sed. Por suerte, llegó a una vieja cabaña, medio derruida sin ventanas ni techo. El hombre deambuló por ella y encontró una pequeña zona sombreada para acomodarse y protegerse del calor y del sol. Miró a su alrededor y vio una vieja bomba de agua oxidada completamente. Se arrastró hacia allí,, cogió el mango y comenzó a bombear, bombear y bombear sin parar, pero no pasaba nada.

Desilusionado se dejó caer hacia atrás y entonces se dio cuenta de que tenía a su lado una botella vieja. La miró, las limpió del polvo que la cubría y pudo leer que decía: “Primero es preciso que prepare la bomba con todo el agua que contiene esta botella, amigo mío. Después, por favor, tenga la gentileza de volverla a llenar antes de irse”.

“El hombre desenroscó el tapón de la botella y se percató de que estaba llena de agua…. ¡Llena de agua! De repente se encontró en medio de un dilema. Si bebía de aquella agua él podría sobrevivir., pero si la utilizaba en aquella bomba vieja y oxidada, quizás obtendría agua bien fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría beber toda el agua que quisiera. O quizás no. Quizás la bomba no funcionaria y habría utilizado inútilmente el agua de la botella... ¿Qué debería hacer? Poner el agua en la bomba y esperar que saliera agua fresca…o ¿Beber el agua de la vieja botella e ignorar aquel mensaje?

¿Debería perder toda aquella agua con la esperanza de que aquellas instrucciones poco fiables escritas mucho tiempo atrás? Al final vertió toda el agua en la bomba, cogió el mango y empezó a bombear, y la bomba empezó a chirriar, pero ¡No pasaba nada! La bomba continuó haciendo ruido y luego, de repente, empezó a salir un hilillo de agua, después un pequeño chorro y finalmente el agua empezó a manar en abundancia.Agua fresca, cristalina.

Llenó la botella y bebió, la llenó otra vez y bebió todavía a más. En seguida la volvió a llenar para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, cogió la pequeña nota y añadió otra frase: “Créame que funciona: debe dar todo el agua antes de obtenerla nuevamente.”

Dar y después recibir, este debe ser nuestro punto de partida en este camino del Yo al Nosotros, en este viaje de solidaridad y empatía que, más que nunca, nos toca emprender. La situación pide una responsabilidad global delante del que desea un beneficio rápido que perjudicará el entorno y nuestras capacidades.

2 comentarios:

  1. molt bo, la teoria és brillant, però que cosa que a la practica la gent tingui la fe i la paciencia d'esforçar-se per obtenir un benefici per si mateix, com per demanar-li que ho faci pels altres!
    Endevant entre tots ho conseguirem!
    Berta.

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  2. Tant de bo fos prou crèdula com per pensar que aquesta faula podria ser realitat... llavors potser creuria que de debò hi ha esperança i m'esforçaria per donar el millor de mi pels altres. El meu error és clar : espero rebre abans de donar.

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