viernes, 25 de febrero de 2011

Los cambios del siglo XXI


Escuela 2.0 - ¿Por qué? Parte I


Vivimos en tiempos exponenciales debido a la globalización y al desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones. Los cambios se suceden a una velocidad vertiginosa y procesos sociológicos, políticos y económicos que anteriormente tardaban décadas en ocurrir ahora se suceden a una velocidad impensable hace sólo unos pocos años. Nos encontramos ante un problema vital nuevo que debemos afrontar desde su raíz: la educación.


Los niños que entren en la escuela primaria este año, se estarán retirando previsiblemente en 2077 y nadie tiene ni idea de cómo será el mundo dentro de 10 años. Sin embargo se supone que los educamos para eso, para ese tiempo, así que la incertidumbre, creo que es extraordinaria.


El sistema educativo actual se debe adaptar a esta nueva realidad. Nuestro sistema educativo se basa en la idea de habilidad académica. Y hay una razón: Todo el sistema educativo fue inventado hace poco más de 150 o 200 años. En el mundo no había sistemas de educación pública antes del siglo XIX. Surgieron por las necesidades de la industrialización. De esta forma el sistema educativo actual prepara a los individuos mentalmente para pensar como un futuro empleado y para mantener un flujo constante de trabajadores que busquen un empleo "seguro y estable" en las fábricas y corporaciones de la era Industrial o de la Información.


Sin embargo, estamos pasando de una economía y una sociedad basadas en las capacidades lógicas, lineales y computacionales propias de la era de la Información a una economía y una sociedad basadas en las capacidades como la creatividad, la empatía y la visión global. Estamos entrando en la era Conceptual y, por tanto, los modelos del pasado ya no son aplicables a las nuevas necesidades de nuestro tiempo.


En los próximos 30 años, según la UNESCO, en el mundo se graduarán mediante la educación más personas que todas las que lo han hecho desde el principio de la historia hasta hoy. Y la combinación de todo lo que emerge, la tecnología y su efecto transformador en el trabajo y la enorme explosión demográfica han hecho que de repente los títulos no valgan nada. ¿No es cierto?


Los integrantes de la generación del Baby Boom tenían claro que con un título tenías un trabajo. Si no tenías trabajo era porque no lo querías. Pero ahora los jóvenes con título universitario con frecuencia se van a casa a seguir jugando sus videojuegos porque necesitan una master donde antes necesitabas una licenciatura o bien necesitan otra licenciatura o un doctorado.


Nos encontramos en un proceso de inflación académica y, en medio de este escenario, estamos preparando a nuestros estudiantes para trabajos que todavía no existen, donde usarán tecnologías que no han sido inventadas, para resolver problemas que todavía no somos conscientes de que existen.


En este escenario es preciso pensar cómo deben plantear su función las instituciones educativas para poder afrontar con éxito estos retos de futuro que ya tenemos aquí.

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