lunes, 2 de noviembre de 2009

Buena Crisis


¿Queremos ser causa o efecto?
Os explicaré una fábula inspiradora sobre el tema.

“Una hija se quejaba a su padre de las dificultades de su vida. No sabía cómo salir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando resolvía un problema siempre aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, se la llevó a su trabajo. Una vez allí llenó tres ollas de agua y las puso al fuego bien fuerte. Pronto empezó a hervir el agua. En una de las ollas puso zanahorias, en la otra huevos y en la tercera granos de café. Las dejó hervir sin decir nada.

Su hija esperó con impaciencia preguntándose qué era lo que pretendía su padre. Veinte minutos después su padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las puso en un bol. Sacó los huevos y los puso en un plato. Finalmente coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Miró a su hija y le dijo:

- ¿Qué ves?
- Zanahorias, huevos y café –respondió ella.

Le pidió que se acercara y tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Después le pidió que cogiera un huevo y lo rompiera. Era un huevo duro. Le pidió también que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su aroma. Humildemente la hija le preguntó:

- ¿Qué quiere decir todo esto, papá?

Entonces el padre le explicó que los tres elementos habían sufrido la misma adversidad: el agua hirviendo, pero que habían reaccionado de maneras diferentes. La zanahoria era dura antes de ir a la olla, pero después de hervir se había vuelto débil y fácil de deshacer. El huevo había llegado frágil al agua, su cáscara fina protegía su interior líquido, pero después de someterse a altas temperaturas su interior se había endurecido. Los granos de café, en cambio, eran únicos: después de cocerse se habían transformado en líquido.

- ¿Tu quien eres preguntó a su hija?-.
Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parce fuerte pero que cuando toca el dolor se vuelve débil y pierde su fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un estado maleable? ¿Tenías un espíritu fluido pero después de una muerte, un despido o una noticia sorprendente te has vuelto duro y rígido? Por fuera se te ve igual, pero… ¿Eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecidos? ¿O eres como un grano de café? El café cambia el agua cuando hierve, el elemento que precisamente le causa el dolor. Cuando el agua alcanza su punto de ebullición, el café consigue su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tu reaccionas mejor y haces que las cosas de tu alrededor mejoren.”

En esta vida hay quien requiere certidumbre y recurre al “si no lo consigo es por culpa de otro de alguna cosa”. Mientras que hay quien reconoce la incertidumbre y la incorpora en su día a día y recurre al “no sé qué pasará, pero intentaré sobrepasar con amabilidad y habilidad cada adversidad y dificultad que aparezca en mi vida. Esto es cambio y transformación. Y la palabra clave en esta actitud es responsabilidad.

En definitiva, en una crisis puedes ser espectador, ser víctima o perderte en la queja y culpabilizar el sistema (bancos, políticos, agentes sociales, etc.). Podemos esperar que un mesías lo arregle todo o aceptar nuestra corresponsabilidad en todo lo que está pasando.

Vivimos en un mundo simbiótico, lleno de interrelaciones y en cambio continuo. Tu, yo, podemos ser causas, motores, impulsos, energías, si asumimos la responsabilidad propia y los efectos de la responsabilidad ajena.

1 comentario:

  1. Cada persona és diferent per tant es transforma i comporta depenent de a quina força es veu enfrentada, per sort tots som diferents i en equip es com millor podem compensar la força que es necesita per fer front a tot plegat!
    Berta.

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